Después de haberse quedado a las puertas del Reducido en su regreso a la divisional, muchos pensaron que Ituzaingó podría ir por más y tratar de meterse en la lucha de los primeros puestos. Si bien de entrada tuvo un fixture complicado, el primer golpe serio lo soportó al perder ante Midland en medio de una mala racha que le acarreó seis encuentros sin triunfos y lo dejó entre los últimos. El equipo de Ayoroa buscó reaccionar pero esa levantada no se plasmó y así se fue el DT que lo ascendió hace dos torneos. Llegó Marcelo Alvarez, sin demasiados antecedentes, y si bien entusiasmó con algunas victorias importantes que lo acercaban al lote del Reducido, se planchó con una racha de cinco empates al hilo y luego un par de derrotas que también lo eyectaron del banco. Reasumió ¨Chacho¨ Rodríguez, quien había tenido un interinato breve en diciembre, y el desafío era ganarle el clásico a Merlo, ya que el equipo no había marcado tantos en los restantes derbys del oeste. Consiguió la victoria en el Parque y eso le dio aire para un cierre tranquilo, aunque con el equipo lejos de toda pelea.