LA CLAVE: Tras una primera parte pareja y entretenida, Colegiales trató de volcar la cancha en el segundo tiempo. A los ponchazos, pero encontró el gol cuando se le acababan las esperanzas.

COLEGIALES: Dentro del accidentado arranque, lesión y reemplazo de Cepeda mediante, y con algunos otros parates, era mejor. Avisó rápido con Fede Martínez al travesaño. Trataba de abrir la cancha por derecha. Magallanes subía con criterio. Eso se diluyó y para el final de la primera parte ya era un partido que no se le vislumbraba favorable, aunque tampoco imposible. Se notaba que era cuestión de afinar la búsqueda. La salida de Palma, lesionado, lo hizo rearmarse. Tres puntas y a jugársela. Para los últimos 20´ ya estaba inclinando la cancha, sin ser un aluvión pero jugando en tres cuartos rival. Le costaba entrar. Y eso que Landriel había mejorado. En una de las acciones que pudo combinar el ex UAI Urquiza con Santiago Camacho, la jugada se alargó por izquierda y ahi partió el buscapié heroico que encontró al ingresado Monín. Sí, el pibe que no venía concentrando. La apuesta de Lema para esta citación. Fue el "18" quien lo rescató a Colegiales de una situación difícil. Para los penales estaba entero, y sus ejecuciones fueron muy buenas. Báez hizo el resto. Y por si necesitaba redimirse de la tarde de Flandria, cerró la serie, fuerte al medio como marcan los libros. Colegiales está en otra final. Es justo que así sea, por el trabajo de 8 meses y porque ganó 21 de los 36 partidos que jugó.

LOS ANDES: Llegaba mal desde los resultados inmediatos ya que toda su recta final del Clausura fue adversa. Pero compensaba con traerse de Lomas el gol de ventaja. Si bien nada importa en este momento y la sensación es de fracaso, por momentos el planteo de Salomón trató de respetar el juego. Pagó caro una tarde irresoluta de Rivas que no terminó bien las que tuvo en ataque. Buen despliegue por los laterales y partido de igual a igual, olvidándose del 1 a 0 global, en el primer tiempo. En el segundo Colegiales le tomó la mano y lo fue encerrando. Los carrileros ya no pudieron subir tanto, aunque de una incursión de Vaca casi Quintana liquida la llave. Terminó siendo replegado por la obligación del rival y a eso no pudo responder. Su eficacia negativa en esta tanda de penales fue insólita, siendo que había pasado metiendo 6 de 6. Afuera, a la hora del balance quedará que este equipo de Salomón entusiasmó a la gente más allá que su impresión final no fue la mejor. Tuvo momentos destacables que deberá afirmar para el proyecto futuro.

EL SUSTO DE CEPEDA: Jugados apenas dos minutos, en su afán de defender una pelota aérea chocaron Christian Cepeda y Leandro Lugarzo. El primero llevó la peor parte porque quedó inconsciente, debiendo ingresar la camilla de la ambulancia para retirarlo inmovilizado y en observación. Lugarzo, que sangró bastante y fue vendado, igual debió volver a salir un rato para que le arreglen dicha sutura porque seguía manando sangre. La ambulancia se fue con Cepeda y hasta que verificaron que había otra para seguir el partido, el juego se detuvo unos instantes.