LA CLAVE: En un partido trabado e impreciso, Español tuvo un rato donde, desde ya sin claridad, lo buscó más que el local. Dentro de ese lapso, consiguió el gol. Fue con lo justo, pero sumó tres.

YUPANQUI: Combativo y tratando de saltar líneas con bochazos, apuntalado por Castellón de buen partido en el medio peleando de igual a igual esa batalla con los volantes rivales. En el ítem voluntad no tiene nada que reprocharse, pero el partido se le escapó por detalles, en este caso esa pelota parada que picó casi en el área chica y nadie pudo rechazar ante la entrada de Bale. Después buscó meterlo en el área con centros pero sin claridad. De positivo puede rescatar que ahora compite en los partidos, que ya no es ese hueso fácil de roer de buena parte de la primera rueda, y que en su cancha le va a costar adaptarse a los rivales. Su aspiración es superar a esos dos equipos que le permitan eludir el castigo de no jugar por nada en 2024. Al menos, se insertó en esa pelea.

DEPORTIVO ESPAÑOL: Metido en una fuerte irregularidad que no viene solamente desde hace un par de semanas, apostó a una formación que tenía muchos cambios por lesiones o táctica. El esfuerzo del mendocino Agost, incluso jugando por la banda izquierda, no alcanzaba para situaciones. En el primer tiempo tuvo la única de toda esa etapa cuando a Willian Giménez se la tapó Martínez. En el segundo tiempo, con el empuje de Vocos y David y la apuesta a algún centro, cobró réditos cuando de una pelota parada llegó Marcos Bale para puntearla de sobrepique y darle los tres puntos, que en el extenso y bien agregado tiempo pudo haber sufrido, pero entre la solidez de su fondo para sacar todo y las limitaciones de un humilde rival pudo cosechar una victoria deslucida, sí, pero que suma tres puntos como cualquier otra. El miércoles tendrá el esperado duelo copero ante Vélez.