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Reestructuración: una oportunidad única, ¿y luego?
La reforma que realizará la AFA genera mucho rechazo entre los hinchas de los clubes que se desempeñan en Primera División, aunque resulta una chance tentadora para aquellos que son de la B Nacional o una categoría más abajo. Sin embargo, queda abierto el interrogante sobre lo que ocurrirá después.
Por Germán Balcarce (@germanbalcarce)
El fútbol argentino necesitaba una reforma. Al menos en su principal divisional. Es que los torneos cortos no daban para más. El nivel cada vez crece en cuanto a pobreza técnica. San Lorenzo fue campeón con tan sólo 33 puntos. Y, como si fuera poco, la audacia está ausente en la mayoría de los clubes de la elite. Distinto es el panorama en la B Nacional, con propuestas sumamente interesantes y poca frecuencia de empates sin tantos.
Si bien la presencia de 30 equipos suena exagerada, tampoco resulta un disparate en materia de paridad. La Copa Argentina, a pesar de su infinidad de desprolijidades a la hora de organizar el calendario y los escenarios, reflejó que cuando hay una categoría de diferencia puede pasar cualquier cosa entre dos conjuntos. Entonces, ¿por qué no ampliar el cupo y darle la posibilidad de subir a varios elencos de la B Nacional?
Sin embargo, es justo mencionar que esta reforma no está aplicada de manera adecuada. Lo más justo, teniendo en cuenta el presente futbolístico de todos, es que la nueva modalidad se anunciara con al menos tres temporadas de anticipación. Así, se dejarían de lado momentos buenos o malos de cada entidad. ¿O acaso alguien sabe cómo estarán sus queridos colores dentro de tres años?
Lo cierto es que para las instituciones que se encuentran asentadas en la B Nacional habrá una oportunidad inmejorable de jugar en la A por primera vez. Incluso, es una chance jugosa para los equipos de la B Metropolitana y quienes luchan por el segundo ascenso del Argentino A. Ojo, la AFA piensa seriamente en ponerle restricciones al mercado de pases que viene, para que nadie hipoteque sus números en el afán de subir.
¿Cómo se resolverá el asunto? Habrá dos zonas en la B Nacional, a definir en cuanto a afliados e indirectamente afiliados. Cada una contará con 11 participantes. Los cinco mejores de su grupo alcanzarán el objetivo, tras enfrentarse todos contra todos, a dos ruedas. El resto, permanecerá en la segunda división, cuyo nombre cambiará desde febrero del 2015, cuando empezará una nueva etapa.
El verdadero cambio, de fondo, sucederá cuando Julio Humberto Grondona tenga un reemplazante que deje de utilizar las necesidades de los clubes para manejarlos como títeres. Además, ocurrirá cuando la Inspección General de Justicia (IGJ) regule gastos, así como también cuando los dirigentes -no todos, algunos son ejemplares- comprendan que están para representar a los socios, no a sus intereses políticos.
ASÍ SERÁ EL ASCENSO DESDE FEBRERO DEL 2015
Torneo Nacional (ex-B Nacional): 20 equipos. Los 12 que no pudieron ascender más 4 que subirán de la B Metropolitana y otros 4 del Argentino A
Torneo Metropolitano (ex-B Metropolitana): 20 equipos. Lo jugarán aquellos que permanecerán, más los que suban desde Primera C
Torneo Metropolitano B (ex-Primera C): 20 equipos
Torneo Metropolitano C (ex-Primera D): 18 equipos
Torneo Regional (ex-Argentino A): 30 equipos. Los que estén en el Argentino A, los que hayan subido del Argentino B y cuatro invitados de las provincias que hoy no tienen participación ni en el Nacional B ni en el Argentino A (Formosa, Catamarca, La Rioja, Neuquén, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego). Se presume que dos representantes de cada una de esas provincias disputarán un minitorneo y los ganadores accederán al flamante Torneo Regional.
* Aún no se sabe que pasará con el campeón de la Primera D del semestre próximo, ya que resta definir si habrá o no ascensos y descensos a fin de año.
* Aún no se sabe que pasará con el campeón de la Primera D del semestre próximo, ya que resta definir si habrá o no ascensos y descensos a fin de año.