LA CLAVE: El gol tempranero al inicio del segundo tiempo le dio la tranquilidad que le faltaba para soltarse un poco más y jugar de la manera que propone Almeyda.

BANFIELD: En el PT hasta 3/4 llegaba sin problema con pelota dominada y a ras del piso, de ahí en adelante le costaba superar a una sólida defensa visitante. En esa primera parte casi no remató al arco, Noir se tenía que tirar muy atrás a buscarla, Yeri estuvo impreciso todo el partido y Requena sintió mucho la responsabilidad de ser el armador, ya que tan solo tiene 16 años. Y encima en la única clara, que le regaló la defensa rival, Terzaghi gambeteó a Caffa y solo en el área chica la tiró afuera. Increíble el gol que falló. En el complemento Noir, la figura de la cancha, tuvo una idéntica a la de Terzaghi, tras error en la salida de Manzanares (olvidable debut con la casaca del Colectivero, se fue expulsado y cometió el penal además) lo gambeteó a Caffa y la mandó a guardar. Banfield, arriba en el marcador empezó a manejar el partido a su antojo, creció la labor de Toledo y se dio el gusto de poner en cancha un rato a Salcedo y Bertolo. Al final lo definió con el gol de penal de Chávez, tras una falta que le cometieron a él mismo. Triunfo justo e ilusión en marcha.

CRUCERO DEL NORTE: Durante gran parte del partido quedó claro que se conformaba solo con el punto. Su defensa fue sólida casi todo el partido, pero cometió un par de errores: en una Terzaghi perdonó y en la otra Noir facturó, y le terminó costando el partido. Ahí se le quemaron los papeles, se quedó sin argumentos y le costó tomar la iniciativa para buscar el empate. Tan solo Enzo Bruno le puso un poco de pimienta con la habilidad de su pie zurdo. En los minutos finales puso dos delanteros más, pero el problema estaba en la creación de juego. Inquietó con un par de centros para el ingresado Álvarez pero no mucho más. Por amarrete, se fue derrotado de manera justa.