Flandria, porque los milagros existen
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Flandria, porque los milagros existen

El Canario, que dos fechas antes del final estaba a 4 puntos de San Telmo, forzó un desempate de manera milagrosa, y en el mano a mano, se terminó vengando de las dos derrotas ante el Candombero, consumando un rápido regreso a la B Metro. (Foto: Daniel Méndez)

Por Fernando Prieto  (@ferprietoeof)

LA CLAVE:
Todo el oficio de Montenegro adentro del área, para aguantar, complicar, abrirse espacios, quedar siempre bien perfilado para definir y haber convertido el gol que le dio el ascenso al Canario. Ascenso merecido, por haber sido junto a su derrotado, los dos mejores equipos de la zona, y porque se repuso del durísimo golpe que recibió en la Isla, metiendo una serie de dos triunfos seguidos para forzar el desempate, y un tercero en la noche de la consagración.

QUE HICIERON
SAN TELMO: No podrá sacarse de la cabeza la doble chance desperdiciada ante Cambaceres y Laferrere. Ahí empezó a perder el ascenso, algo que parecía asegurado la mañana en la que, en su estadio, venció justamente a Flandria. En la pulseada táctica, terminó perdiendo el partido. Porque chocó permanentemente contra la muralla defensiva del Canario, y las pocas veces que le llegaron, le marcaron. Fue superior en el primer tiempo, con el gran trabajo de Orfila en el medio, con un Acevedo participativo, y con un Galeano que fue un verdadero dolor de cabeza para la última línea de Flandria. Le faltó un poco más. Tuvo una clarísima en los pies del mencionado Galeano, pero la pelota se fue afuera. Salió dormido al complemento y lo pagó con el 0-1. Sin embargo, su mejor producción se vio en ese lapso que fue del 0-1 hasta el empate, e incluso se extendió unos minutos más. Ahí Ruano se cargó el equipo al hombro, siendo el abanderado de cada avance, rompiendo por el medio a una defensa que, hasta ese momento, se había equivocado poco y nada. En esos diez minutos San Telmo fue abrumador, forzó errores en la defensa Canaria y el gol -por intermedio de un penal- llegó por decantación. Y tuvo el segundo en un mano a mano que Griffo tapó de manera providencial. Allí empezaron a morir las ilusiones de Telmo, que sintió el desgaste físico y poco a poco se fue apagando. Una nueva desconcentración defensiva (Montenegro lo anticipó a Hernán González), lo dejó en desventaja, con el reloj en contra y ya sin demasiadas piernas para acorralar a su rival. En los minutos finales quiso pero no pudo, le faltaron ideas, variantes y un socio para Galeano. Ya jugado en ataque, le dejó espacios a Flandria para acelerar los trámites del desenlace. En su horizonte hay una segunda chance, y esa chance empieza con Dock Sud. ¿Podrá recuperarse a tiempo?

FLANDRIA: Arrancó con una ventaja respecto a su rival: este desempate era algo impensado hace dos semanas, una nueva oportunidad que le dio este impredecible deporte llamado fútbol. Supo en todo momento a qué iba a jugar, y dentro de su libreto se equivocó poco. Monzón plantó dos líneas de cuatro bastante juntas, y arriba apostó a la velocidad de Costa y a todo la experiencia de Montenegro. Además, cuando la pelota estaba en su poder, Molina y Sandoval eran una alternativa constante por las bandas. Pero todo partía desde el enorme trabajo de Hernán Pérez y Huerta en la mitad de la cancha, cortando absolutamente todo y jugando simple cada pelota. En el primer tiempo la más clara fue el gol anulado a Montenegro (estaba habilitado). Madrugó en el inicio del complemento, pero se dejó llevar por el ímpetu de San Telmo. Ahí mostró su peor cara, dubitativo en la marca, sin poder cerrar bien los espacios, y lo que es peor, no encontrando la forma de frenar la presión de los de la Isla. Tras el 1-1 avanzó varios metros en el terreno, llevando el trámite a un terreno más neutral. Y cuando poco pasaba en el partido, apareció todo el oficio de Montenegro para darle el lapidario 2-1. Lapidario porque esta vez no cometió el error de dejarlo venir a San Telmo, al cual le impidió pisar el área de Griffo, y ya agazapado de contra, terminó liquidando el partido por esa vía. Se quedó con el premio mayor por hacerse fuerte en el momento más difícil, por no tirar la toalla antes de tiempo, por pensar en Flandria y no tanto en los resultados ajenos (que justo es decir que se le dieron a favor, caso contrario estaríamos hablando de otro desenlace), y por haber leído mejor que su rival de qué manera se juegan este tipo de finales. Flandria volvió a la B, porque lo que no lo mató, lo hizo más fuerte.

EL PANTALLAZO
Esta vez el control de la APREVIDE en la puerta de la cancha de Defensa y Justicia, fue bastante más estricto. Hacían pasar de a uno y con un interminable listado de mails (y no una planilla con nombre y apellido, como debería ser) corroboraban que cada persona estuviera debidamente acreditada, lo cual tomaba unos minutos por cada asistente. No obstante, hubo gente allegada a ambos equipos que se quedó afuera. Algunos, fueron "invitados" por vecinos de la zona a trepar una pared y ver el encuentro desde una terraza lindera al estadio. Hubo 100 allegados por cada club, varios con sus respectivas camisetas. Muy buen recibimiento, con "Oh vamos Telmo vamos, ponga huevo que ganamos", respondido con "Para ser campeón, hoy hay que ganar" de parte de los Canarios. Desde el sector de Telmo se escucharon gritos como "Sandoval, hacéte cargo de tu hijo, hijo de p...". Y también dialogaron con Monzón, al que le dijeron "vos tenés ganas de dirigir acá", a lo que el DT de Flandria, con una sonrisa, respondió "sí". Fue el mismo Monzón el que, en otro diálogo con los allegados de Telmo, dijo "no es para tanto, es un partido de fútbol". El primer gol de Flandria le puso más clima al partido, con la gente cantando "Que esta banda y todos los jugadores, todos juntos la vuelta vamos a dar...". Todos los goles se gritaron muy efusivamente, pero tras el segundo del Canario comenzó un repertorio de cantitos como "Dejo todos por los Canarios, ganes o pierdas te sigo igual..." y "Y vamos los Canarios, hay que poner más huevo...". Tras el 3-1 explotaron con "Hola qué tal Luján, como te va/ gallina p... te saluda tu papá..." y "Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad...". No faltó el clásico "Flandria se va de la C..." y el reconocimiento para el "Lobo" Montenegro y para Pedro Monzón. Para destacar, durante la vuelta olímpica, los allegados de San Telmo aplaudieron de pie a los jugadores de Flandria, y estos les respondieron de igual modo.

SAN TELMO 1:
Anchoverri (5); Hernán González (4), Pizarro (69 y Bonassies (5); Leiva (6)(78´ Splivalo), Orfila (6)A, Ingenthrón (5)(74´ Scamporrino) y Acevedo (6)(65´ Aguirre); Galeano (6), Segundo (5) y Ruano (6). DT: Franzoni. Suplentes: Cardozo, Ruelfi, Caprarulo y Matías Díaz
FLANDRIA 3: Griffo (7); Oviedo (6)A, Mussón (5), Riveros (6) y Camacho (5)A; Molina (6)(61´ Alejandro González 6A), Hernán Pérez (6), Huerta (7) y Sandoval (6)(65´ Escuredo); Costa (6)(89´ Ferreira); Montenegro (8). DT: Monzón. Suplentes: Cabrera, Agorreca, Abal y Juárez

Jugado el 22 de agosto 
Goles:
46´ Molina, 56´ Galeano (penal), 73´ Montenegro y 87´ Costa
Cancha: Defensa y Justicia (muy buena)
Árbitro: Rubino (4) No dirigió con la autoridad necesaria para este tipo de partidos. Por un codazo sin pelota, apenas advirtió a Montenegro, pero luego a éste, por un foul que no cometió le sacó amarilla. Apenas una muestra de que le faltó criterio y carácter.
Público: 200
Resultado Moral: San Telmo 1 - Flandria 2