Por Daniel Méndez

LA CLAVE: Nuevamente las manos de Marcos Díaz aparecieron cuando Huracán más las necesitaba, en los penales, y así el Globo levantó la Copa, que le da el pase a la Libertadores. Parque Patricios vive su fiesta tan esperada.

QUE HICIERON
HURACÁN: Entre el cielo y el infierno. La gran oportunidad de ganar la Copa Argentina y retornar a un torneo internacional contrasta con la incertidumbre que vive por saber si logrará uno de los ascensos a la A. La gloria por un lado, el peor de los fracasos por el otro. Lo cierto es que el Globo jugó de igual a igual, con un primer tiempo interesante, donde lo más destacado pasó por los pies de Gonzalo Martínez. En el complemento, Apuzzo movió algunas piezas, pero poco a poco se fue aferrando a la idea del empate y los penales. Allí, Marcos Díaz se volvió a vestir de héroe y le dio una noche inolvidable a Huracán y a todo Parque Patricios. Ahora, se le vendrá River por la Supercopa argentina, y luego su retorno a la Copa Libertadores, a la que ingresará en la fase de grupos. Claro que mucho antes que eso lo espera el compromiso con All Boys el lunes, clave para empezar a definir qué lugar le dará el hincha del Globo a este gran logro.

ROSARIO CENTRAL: Quizás por los nervios propios de lo que significaba el partido, no mostró demasiado en la noche sanjuanina. Un primer tiempo con muy poco para destacar, donde abundaron los pelotazos frontales. Encina y Becker estuvieron muy bien tomados por la defensa del Globo, y así Central inquietó poco y nada a Díaz. En el complemento, el ingreso de Abreu acentuó la tendencia del pelotazo y del centro casi como único recurso de ataque. También dejó la sensación de apostar a los penales, aunque esta vez la suerte no estuvo de su lado.