Un movimiento de ajedrez fue el que realizó su entrenador, al quitar un hombre del fondo (Cejas), pues consideró que era necesario agregar un jugador más en el mediocampo (García). Una defensa con tres integrantes ya había sido utilizada durante otros momentos del torneo. Las alternativas no eran muchas. Un cuarto de hora después de padecer un penal, una infracción dentro del área contra Ruiz, quien le hizo recuperar la sonrisa a su gente, cuando la red del arco atrapó la pelota que uno de sus pies envió. 

Se emparejaba en tanteador, pero en la intensidad del partido fue su rival quien dejó una mejor imagen. A escasos segundos de la finalización de la etapa inicial, los dueños de casa sufrieron la ley del ex, en esta ocasión fue Gastón Silvani, quien durante el pasado torneo estuvo en las filas del Verde. 

Concluyó el descanso y comenzó la cuenta regresiva. Cuando un equipo tiene a la victoria como su única alternativa, pero está padeciendo una derrota momentánea, siente que el tiempo transcurre velozmente. El ingreso de Da Luz fue dando sus frutos. Demoró mucho en llegar el alivio para la parcialidad local. Como en la elaboración del buen vino, los otros goles de Ruiz se hicieron esperar. Un gol olímpico para señalar la igualdad y a poco de la conclusión del match, la captura de la pelota tras un rebote desató el festejo de sus seguidores de sus compañeros.

Los tres puntos quedaron en el Bajo Belgrano. Fue una cosecha que pareció inalcanzable durante varios pasajes del partido. 

El temperamento, la convicción y la vocación ofensiva de sus futbolistas resultaron de gran valor durante el complemento. 

Fueron esos los momentos durante los cuales el Verde dejó la impresión de ser un equipo de merecer respeto, aunque durante el torneo haya recibido bastantes goles.

Con ese panorama, el Mate quilmeño llegó al Bajo Belgrano. Sin llegar en muchas ocasiones, hizo un buen partido durante la etapa inicial. Obviamente, las miradas de los espectadores estaban dirigidas a Sergio Valenti, quien anotó la gran mayoría de los tantos del equipo. Como no podía ser de otra forma, se hizo presente en el marcador. Un penal que, gracias a la potencia de su remate, venció la resistencia de las manos de Arias Navarro, su antiguo compañero en Defensores de Cambaceres durante la temporada 2011/12.

Con la ventaja parcial, jugó con la desesperación de su contrincante. El paso de los minutos jugaba favorablemente a quien estaba disfrutando de los tres puntos hasta ese momento. Las mieles del éxito duraron veinte minutos, pues Ruiz, su colega en esto romper redes, convirtió la pena máxima. Volvió a desnivelarse la balanza a favor del conjunto sureño, festejo que marcó la finalización de la primera etapa.

Los dirigidos por Gabriel Manzini, por segunda vez en la tarde, se encontraron arriba en el marcador. Para el tramo final, todo parecía color de rosas, pues se producirían espacios (algo que finalmente ocurrió varias veces), ante la decisión de su rival de ir a buscar, al menos, la igualdad, para intentar la victoria (algo que también se produjo). No supo sacar provecho a los contraataques que tuvo a favor, pues en esos momentos, tácticamente, Excursionistas quedó casi siempre mal ubicado. Los quilmeños no aumentaron el marcador, porque tuvo mala puntería, contó con mala suerte (Albornóz sacó una pelota cerca de la línea de sentencia) y la solidez de Arias Navarro (tapó dos chances mano a mano).   

Se quedó sin nada, pese a que tuvo oportunidades para anotar más goles, que es la forma que el mundo futbolero conoce para ganar los partidos.