LA CLAVE: La efectividad de Ballester.

LINIERS: Tras un comienzo donde dividía la pelota, el medio empezó a adueñarse del terreno y no tardaron en aparecer las oportunidades. Un remate de Hvala se fue apenas desviado y Basualdo tuvo tres (una al palo, otra al travesaño y otra desviada) pero no pudo definirlas.  En el ST siguió cargando con el peso del partido. Avisó de entrada con un remate de Szerdi y otro de Basualdo. Después, intentó otra vez Szerdi de lejos. No había caso. De tanto insistir, le regaló una chance a su rival y lo pagó caro. 

CENTRAL BALLESTER: Se alternaba el dominio en los primeros momentos del cotejo. En un tiro libre de Uñate, falló Cheppi y casi convierte Lenciza. En un incursión ofensiva, Uñate casi abre el marcador. Más allá de esto nunca estuvo cómodo en la cancha. Se dedicó a cuestionar los fallos arbitrales que a intentar jugar. Quizás en la última jugada del primer tiempo hubo un claro penal de Paiva a Fassone como para reclamar con justicia. En el ST y con diez, después de una cuestionable expulsión de Gelenchir, apostó decididamente a una contra y le salió perfecta con la definición de Doval. Aguantó el embate final y se llevó un triunfo impensado por el desarrollo y las situaciones