LUJÁN: Fue tremendamente superior de principio a fin. Desde la seguridad de Zúccaro, pasando por el empuje de Pighín, más las pinceladas de Monzón y el "molesto" Seguel. Éste tuvo tuvo tres situaciones pero no tuvo suerte, y menos todavía, Chambi que estrelló un penal en el palo. En el ST se tomó unos minutos para reponerse del desgaste, hasta que un pase gol al segundo palo de Seguel, a Javier Monzón le quedó justo para meterla de taco. Golazo. De ahí hasta el final, se cansó de perderse goles, y así y todo, nunca pareció que se le iba a escapar el partido.

EL PORVENIR: Una sola llegada concreta al arco rival, tras un rebote en el área que Gatti se la dejó en las manos a Ruhl, fue todo lo que ofreció como peligro. Se mostró dubitativo atrás, con un medio que era superado y escaso apetito ofensivo. Recién en el comienzo del ST tuvo una clarísima Cigno que salvó Ruhl y no mucho más. El nerviosismo lo llevó a quedarse con nueve y no terminó goleado, como lo merecía, por el escaso poder de fuego del rival.