El "Aurinegro", que como líder de la zona Sur amplió la distancia sobre sus perseguidores, estableció el desnivel sobre el cuarto de hora de la etapa inicial mediante un frentazo de Pablo Vilchez y luego, pese a algunos momentos de zozobra, supo manejar esa diferencia, aprovechando la ventaja numérica de la que disfrutó durante una hora a partir de la expulsión de Juan Ceballos.

Hubo, al cabo de la etapa inicial, ráfagas de un alto vuelo futbolístico de parte de los tandilenses, quienes dominaron el desarrollo y propiciaron numerosas ocasiones de riesgo sobre el arco de Nelson Schomberger.

La visita, que perdía holgadamente la pulseada por la posesión, pese a ello se las ingenió para poner en aprietos a Daniel Bertoya en más de una oportunidad.

Afortunadamente para su equipo, el arquero santafesino tuvo una muy buena tarde-noche y, maquillando ciertos desbarajustes defensivos, se erigió en uno de los principales artífices de la séptima victoria aurinegra en la temporada. “Tony” ahogó el grito de Walter Del Río a la salida de un tiro de esquina, también ganó en el mano a mano ante Franco Olego tras un fallo de cálculo de Jorge Peirone y voló hacia adelante para interceptar un peligroso centro del propio Olego. Además, en una distracción defensiva del local a poco de iniciado el partido, Flavio Ciampichetti falló de manera increíble con un cabezazo luego de dominar el balón con inusitada libertad en las adyacencias del área chica. Todas acciones que significaron un exacerbado e insospechado riesgo para Santamarina, dado su dominio en el desarrollo.

En el aurinegro, esa endeblez defensiva se contrastaba con lo generado del otro lado de la cancha. Con presión extendida hasta tres cuartos, con dos delanteros movedizos y picantes como Martín Michel y Pablo Vilchez y la claridad de Juan Gáspari al momento de desprenderse del balón, atributos combinados con la excelsa pegada de Emmanuel Giménez, de gran implicancia en los 45’ iniciales.

La ventaja de tener en el volante cordobés un eximio lanzador le abrió al local varias puertas. De hecho, la paridad se rompió con un “chanflazo” suyo desde una esquina para el cabezazo implacable de Vilchez, que decretó el desnivel a los 14’ colocando el balón junto a un palo.

También Giménez puso a Michel de cara a Schomberger y el delantero se apresuró a definir, sacando un derechazo mordido cuando la mejor opción era continuar avanzando. Pero el volante no sólo empleó la sensibilidad de su botín diestro para asistir sino también estuvo a punto, dos veces, de llegar a la red con sendos tiros libres. En ambos, se topó con el “1” visitante, quien primero respondió con un manotazo providencial y más tarde se elevó para descolgar del ángulo derecho el zapatazo de “Emma”.

El desgaste ejercido para maniatar al rival, impidiéndole una salida franca, y volcándole a su campo buena parte del desarrollo, tuvo su precio para Santamarina, que por momentos amainó su vigor, pese a disponer de un hombre más desde los 34’ de la etapa inicial a raíz de la expulsión de Ceballos, quien vio la roja por una agresión a Giménez.

Varios minutos del complemento transcurrieron sin que el local pueda ser tan filoso como en pasajes previos. Para colmo, Michel en su revancha volvió a resolver con poca lucidez, despachando un zurdazo defectuoso tras ponerle el pecho a un centro de Román Strada.

En procura de refrescar el mediocampo y que su equipo no siga perdiendo la dinámica que tan buenos dividendos le había brindado, Duilio Botella mandó a la cancha a Maximiliano Timpanaro y Cristian Vega, relegando a Gáspari y Strada. El primero de ellos, que se movió como volante por izquierda, tuvo su chance desde la puerta del área pero su derechazo cobró demasiado vuelo. 

Defensores de Belgrano, obligado a tomar la iniciativa, evidenció su falta de inventiva y ya no visitó con continuidad a Bertoya. Pasó a depender de alguna acción aislada, como el notable zurdazo de Nahuel Santos que impactó contra el ángulo derecho.

Con su adversario adelantado, el aurinegro coqueteó con el segundo en el descuento, con sendas acciones con Michel como protagonista. Primero a través de un potente derechazo frontal que Schomberger arrojó hacia un costado y más tarde sin llegar a conectar el centro de Timpanaro.

Pese a lo exigua de su diferencia, Santamarina no llegó a sufrir para terminar alzándose con tres puntos de valía para afianzarse en su objetivo de conseguir la clasificación.