Lo que parecía una pelea mano a mano por el ascenso junto a San Martín, limitándose a ver quién jugaba la final contra el ganador de la otra zona, se vino abajo en un mes y pasó a ser una situación de un puesto común y corriente de reducido. Sarmiento no encontró el rendimiento al volver del receso, sacó 4 puntos de 15 y cedió lo que era una holgada segunda ubicación. Los de Delfino se basaron en su firme localía para animar la primera rueda, pero perdieron el invicto en el Eva Perón ante Almagro. Salvo las excluyentes labores de Magnín y Quiroga, el resto del equipo no descolló y sus falencias eran tapadas por las individualidades. Así, se cruzó con el parate llevando este tercer puesto que por lo hecho antes tiene sabor a poco.