LA CLAVE: La superioridad técnica y estética de Ferro en el juego tardó en ser demostrada en llegadas. En los últimos 20´ se vino a buscarlo con todo.

VILLA DALMINE: Envuelto en una levantada considerable que lo llevó a ser el líder sorpresivo de esta segunda rueda, tomó la idea de esperarlo a Ferro y tratar de salir de contra. Le costó cortar el circuito del medio visitante y aplicar fluidez en la búsqueda de Gagliardi. Tuvo algunas intermitencias en el armado pero su planteo soñado casi le sale. Abrió la cuenta ni bien empezado el segundo tiempo, le empataron rápido y luego los reflejos de su arquero, que evitó un par de situaciones clarísimas de Mosca y Brian Fernández, dejaron las cosas como estaban. Al orden le faltó explosión, pero sigue sin perder.

FERRO CARRIL OESTE: De entrada mejor con el fútbol de Mosca y Ellacópulos, pero con muchos problemas para trasladar esas buenas acciones a la labor de sus delanteros que estuvieron realmente desconectados. Algún remate de media distancia no bastaba para plasmar ese manejo de pelota. Encima de todo le marcaron de entrada en la segunda parte y otra vez, como le viene pasando, tuvo que remar. En una jugada estilo flipper, Gabriel Díaz capturó un rebote en el palo izquierdo del arquero, tras un mal despeje de Pollacchi, y lo empató. El plan para ganarlo fue darle a Brian Fernández los minutos que su físico le permitía, buscar otra potencia con Toloza, y el juego de Oeste subió una velocidad. Pero no le alcanzó para lo merecido.