LA CLAVE: La pólvora mojada de Morón, que no concretó la buena cantidad de situaciones que generó.

QUILMES AC: Fue muy oportuno para aprovechar (una vez más) otro grosero error de Galván para ponerse en ventaja, aunque rápidamente le empataron y sufrió bastante para que no le hagan más goles. Totalmente desconcertado, con poco juego colectivo y escasas ideas, se adelantó varios metros en el último tramo del partido para intentar la heroica. La mueca del destino le sonrió en los penales pero dejó una pobre imagen, que deberá cambiarla en la próxima instancia.

DEPORTIVO MORÓN: Está claro que fue muy superior, que atacó constantemente buscando el desnivel, que manejó los tiempos del partido y que mereció ganar sin discusiones, no obstante falló en la puntada final, porque chances tuvo de sobra a través de Villalba, González, Levato y Broggi pero no estuvo fino en la definición y, desde los doce pasos, Bontempo falló el único penal de la serie. Sin embargo, ello no quita que finalizó el torneo con la frente bien en alto y entre los mejores, para un equipo que se armó con un acotado presupuesto y que, en el transcurso del año, fue cumpliendo los objetivos que se fue trazando mientras los resultados se le iban dando.