Si bien todo lo que se trate de no ascender no puede ser un buen balance para Quilmes, sí cabe tener en cuenta que revirtió un momento muy malo que vivía allá por mayo, cuando la continuidad de Sava estaba en duda y miraba muy de lejos la chance de pelear por algo, sumando dos bajas claves como Drocco (lesionado) y Acevedo (transferido). Pero el equipo le dio un giro importantísimo a la campaña y de a poco se prendió. Llegó con un envión grande a las últimas jornadas, pero Tigre le arrebató la zona porque aprovechó los dos empates del Cervecero ante Almirante y San Martín. En el Reducido bajó el nivel, es cierto, pero mostró ese peso específico que mostraba años antes y que lo potenciaba en estas instancias. Entre definiciones por penales y la polémica con Ferro, se quedó a un pasito. La mayor conmoción tiene que ver con la renuncia de Facundo Sava, porque muchos posicionaban como gran candidato a Quilmes si el "Colorado" seguía en el banco. Ahora, deberá reinventarse.