LA CLAVE: La primera hora de San Martín, donde convirtió dos goles y despilfarró otros dos.

TEMPERLEY: Desde el comienzo se mostró atado, quizás hayan sido los nervios por tanta concurrencia de público, pero tenía falencias en la zona defensiva, los volantes no recuperaban y los delanteros estaban demasiado aislados. La visita explotó todo esto generándole dos situaciones claras para irse 2 a 0 arriba al descanso y con un murmullo de la gente que reflejaba el momento dentro del partido. El complemento fue totalmente distinto porque los ingresos de Allione, Brian Gómez y Callejo le dieron otra presencia de tres cuartos hacia adelante. Fue en busca del descuento pero lo hizo con más fuerza que fútbol, con demasiados centros al corazón del área. Consiguió el gol a minuto del final pero el daño ya era irreparable, aunque cambió la imagen por algunos tibios aplausos al final del encuentro.

SAN MARTIN (Tucumán): Llegó a Buenos Aires con un planteo bien ofensivo: Dos delanteros bien definidos, un volante de creación y dos carrileros que iban más de lo que volvían. Ahí marcaron la diferencia del partido, primero con un remate cruzado de Lucas Cano, y luego con el gol de Hernán Lópes, a la postre la figura del partido. Después aflojó la presión asfixiante y se emparejó el partido, pero igual siguió siendo dominador, ya que en el complemento, sin abusar de meterse atrás, ocupó bien su propio campo sin dejar espacios vacíos y tratando de definirlo con algún contraataque.