LA CLAVE: Mejoró el partido en el segundo tiempo, tras una primera etapa muy mala. Fue por la obligación de Acassuso y una saludable actitud de Merlo de no especular.

ACASSUSO: Sin variantes en relación al equipo que venía de ganarle a Talleres, le faltó el fútbol que mostró en algunos momentos de ese partido, al menos al comienzo del encuentro. Pero fue progresando en el campo y siendo amigo de la pelota, en especial cuando la pedía Franco Torres, quien empezó a encontrar espacios en la segunda parte y pudo filtrar un par de envíos con destino cierto y definido en Matías Domínguez, pero el arquero Désima logró ganarle todos los duelos, por abajo y por arriba, al ex Argentino de Quilmes. Tursi intervino para que la desventaja parcial sea apenas de uno y darle vida, que la encontró en un centro a favor donde el salto de Lucas Reynoso con las manos en alto derivó en un penal avalado por el reglamento desde hace algunos años. Pipino le puso relativa justicia al resultado y evitó que los de Vivaldo pierdan temprano el tren del Clausura.

DEPORTIVO MERLO: De menor a mayor, porque una de las primeras llegadas que tuvo fue aquel gol de Oriel Maldonado, aprovechando un error de Lauro Gamba en el medio y una posterior maniobra muy interesante de Gabriel Arce. En la segunda parte trató de plantarse lejos de su arquero y aguantar la pelota arriba con el sacrificio de Lazzaneo y algunas cosas buenas de Tomás Díaz. Alguna que otra para extender cifras tuvo, pero también sufría con algunas llegadas rivales y Manzini desde el banco pedía sacrificio defensivo. La mano, existente, de Reynoso, lo obligó a resignar dos puntos en el final, pero quedó el reclamo por una acción similar del primer tiempo no cobrada en su favor. Esas protestas lo dejaron sin un jugador post partido, cosa que en la situación que está no la puede permitir.