LA CLAVE: Nueva Chicago dejó pasar su momento y ya no fue el mismo en el segundo tiempo. Belgrano no brilló pero fue aprovechador. No será ni la primera ni última vez que usted lea esto.

NUEVA CHICAGO: Tuvo la chance de ganarlo por esos buenos 20 minutos finales en la primera parte, con el trabajo de Guerra como extremo derecho, algo de cambio en su funcionamiento ofensivo tras la salida de Tomás González quien se va a Unión, y un orden atrás que lograba mantener a Belgrano lejos de Taborda (salvo un ratito promediando esa etapa inicial). En la segunda parte perdió presión, algo con lo que había complicado algunas salidas del fondo Pirata, y ya en desventaja realmente no generó lo suficiente como para dar la sensación que lo podía empatar. Eso sí, en el balance global de los noventa minutos no fue para nada menos que su rival.

BELGRANO: Un nuevo triunfo Celeste que sigue desandando ese camino que aparenta conducirlo sin fisuras al ascenso. En el primer tiempo tuvo un buen pasaje con la movilidad de Fabián Bordagaray en ofensiva. El ex River no estuvo lejos de concretar y los de Farré parecía que iban a plasmar superioridad, aunque con los minutos se le fue complicando la cosa y no le bastaba solamente con el orden de Longo para sostener su andamiaje. El descanso le vino bien porque algo mejoró. Empezó a dar muestras que era más filoso que su rival en lo poco que podía llegar. Así las cosas, se encontró con ese penal que le dio la victoria tras la falta, quizás exceso de ímpetu innecesario, de Leonel Alvarez sobre Pereira. Y de ahí al final, lo ganó en esta nueva versión del argumento "A lo Belgrano", es decir prolijo en el fondo y priorizando solidez.