Quien pega primero, pega tres veces
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Quien pega primero, pega tres veces

Estudiantes ganó un partido interesante, bien jugado por momentos, con goles y emociones. (Foto: Prensa Estudiantes)

Por Pedro Mingo

LA CLAVE: El anotar goles madrugadores también tiene que acompañarse con una fuerza de espíritu que colabore para manejar sencillamente el partido.

QUÉ HICIERON
ESTUDIANTES Bs. As.: Todo comenzó como si todos los hinchas presentes hubiesen pedido un deseo al ver al genio que salió de la lámpara: convertir un gol a los once segundos del primer tiempo. Siguieron las acciones y, en menos de diez minutos de espera, regresaron los festejos en las gradas.
Hasta ese momento, era justa la victoria, pues estaba haciendo los méritos para quedarse con los tres puntos. Tuvo buen juego colectivo, pero dejó de tener la ambición por ir a buscar el tercer gol, para que la tranquilidad fuese aún mayor. Cuando nada hacía pensar que la valla de Bruera podía vulnerarse, llegó el descuento parcial.
Tiempo de descanso, minutos para recuperar un poco de energía y para resaltar aciertos y marcar equivocaciones. Por lo observado, el shampoo verbal no había llegado a la mente de los dirigidos por Walter Otta. Sufrió algunas situaciones, las cuales no resultaron futbolísticamente fatales. Como la suerte tiene fecha de vencimiento, la igualdad apareció y en el imaginario tablero Alumni apareció el dos a dos.
Muchos nervios, algunas ansiedades. No faltaron los reproches a algunos jugadores ante alguna equivocación, la cual, con dos goles de ventaja, parecía algo sin importancia, pero, luego de la igualdad, todo se convierte en un drama. Por esos y otros motivos, el fútbol es tan maravilloso. Finalmente, Castelli se transformó en el prócer de la tarde-noche de Caseros, porque fue el autor del último gol.
Muy importante victoria que aporta el granito de arena necesario para fabricar la racha de tres triunfos seguidos.

GUILLERMO BROWN: Seguramente, al encontrarse en desventaja casi desde los vestuarios, se quedaron helados. La figura del conjunto local le robó el grito de gol a Colazzo, quien recibió un pase magistral del experimentado Rolle. Transcurrió el tiempo y los sureños volvieron a padecer un nuevo gol. En los manuales del fútbol, quizás, exista un capítulo dedicado a explicar la manera de golear a un adversario. Los goles pueden llegar  como una catarata o de una manera casi sin llamar la atención y, quien sufre los goles, se da cuenta del desastre, cuando ya es demasiado tarde.
Según lo observado hasta el gol Randazzo, el equipo local ganaría con mucha comodidad. No fue así. Casi de manera silenciosa, sin avisar con jugadas de mucho peligro, Colazo descontó. Cuando el árbitro anunció el comienzo de la segunda etapa, se despertó Brown y fue responsable de transformar a Bruera en figura clave del Pincha. A la vista de todos, fue demostrando que la igualdad era posible. Y lo consiguió. Javier Rodas no introdujo cambios, porque el funcionamiento táctico de sus dirigidos le estaba generando un valioso punto. Estudiantes, empujado por su gente, consiguió lo que buscaba y el conjunto patagónico, con poco tiempo disponible, ya no pudo revertir el destino.

EL PANTALLAZO
Una buena cantidad de hinchas se acercaron hasta el Ciudad de Caseros, bajo las nubes y luego con un cielo celeste y la oscuridad del atardecer. Antes de comenzar el partido, las cuatro torres de iluminación ya estaban a pleno.
Los 3.000 fervorosos alentaron durante los noventa minutos. Cantaron contra algunos de los antiguos los rivales del ascenso: Almagro (por ser el clásico), Nueva Chicago y All Boys. Bombos, redoblantes y alguna trompeta.
La despedida estuvo plagada de aplausos y sonrisas de alivio, luego de sufrir durante un poco más de diez minutos, cuando el equipo chubutense logró el empate.
La escenografía contó con la presencia de 25 banderas ("Barrio Evita", "Santos Lugares", "El Tanque", "La Barra de Caseros", entre otras) y varios tirantes.
Fue posible notar a hinchas luciendo alguno de los artículos que forman parte de la indumentaria del club: buzos, camperas y camisetas.
En la platea, varios grupos de familias con niños pequeños.

VISITANTES VOLADORES : En algún pasaje del partido, aterrizaron algunos teros sobre el campo de juego, obviamente, en algún sector en donde no se estaba poblado por jugadores ni por la peligrosa pelota.

ESTUDIANTES Bs. As. 3: Lucas Bruera (8); Delfor Minervino (5), Juan Cruz Randazzo (5), Stéfano Brundo (6) y Lautaro Lusnig (5)A ; Enzo Acosta (6)(77´ Nicolás Pelaitay), Sebastián Mayorga (5)(70´ Iván Smith), Fernando Miranda (5) y Franco Lonardi (5)(63´ Alan Cantero) ; Facundo Castelli (7)(77´ Kevin González) y Facundo Pereyra (6)(70´ Lautaro Parisi). DT: Walter Otta. Suplentes: Arturo Daniel Monllor, Elías Alderete, Iván Zafarana y Tomás Bolzicco.

GUILLERMO BROWN 2: Martín Perafán (5); Rodrigo González (5), Federico Mancinelli (5), Nicolás Herranz (5) y Facundo Rodríguez (5)A ; Renso Pérez (5), Cristian García (6) y Juan Ignacio Silva (5)(79´ Sergio González); Martín Rolle (6); Agustín Colazo (5) y Franco Torres (5)(87´ Flavio Ciampichetti). DT: Javier Rodas. Suplentes: Facundo Perrone, Agustín Sandoná, Franco Agustín Pereyra Herrera, José Villegas, Gabriel Navarro y Esteban Obregón.

Jugado el 6 de agosto
Goles: 11 seg Lonardi, 10´ Randazzo, 36´ Colazo, 62´ Torres y 74´ Castelli.
Cancha: Estudiantes Bs. As. (excelente)
Árbitro: Sebastián Nicolás Martínez Beligoy (5) (había comenzado bastante bien, con serenidad y, durante el complento, bajó bastante la calidad de su arbitraje).
Asistente 1: Mariana Lorena De Almeida
Asistente 2: Lucio Agustín Méndez
Árbitro Suplente: Damián Antonio Rubino
Público: 3.000
Resultado moral: Estudiantes Bs. As. 3 - Guillermo Brown (Puerto Madryn) 2.