Argentino de Rosario volvió a intentar dar pelea, en una divisional en la cual está atrapado entre cada vez menos equipos. El Salaíto no logró el objetivo de ganar ninguno de los dos torneos y es más, ni siquiera entró con chances a las fechas finales de alguno. Lo suyo en el Apertura no fue tan malo aunque lo condicionaron dos derrotas consecutivas. Con poco le iba a bastar pata terminarlo tercero y renovar la ilusión para el Clausura, donde tocó fondo siendo local (perdió cuatro de los cinco partidos) y quedó sin chance alguna de ascender. Faltaba el Reducido por el acceso a la Copa Argentina del cual, para variar, se bajó rápidamente. En el medio consiguió la Copa Santa Fe con el agregado de haber dejado afuera a un selectivo de Rosario Central. Pasando algunas fases por penales obtuvo el premio económico del torneo provincial y maquilló una temporada que a nivel AFA fue mala.