LA CLAVE: La concentración y buena presión de Puerto para revertir un mal arranque de partido.

PUERTO NUEVO: Antes de los 15´ ya perdía 1 a 0 y no daba muchas señales de otra cosa, pero al habitual despliegue de Redondo se le sumaron los demás volantes para darle fútbol, y Bulgarella se movía por todo el frente de ataque. De todos modos, el empate iba a derivar de un centro-tiro al arco de Huarte desde la izquierda. En el segundo tiempo, controló tácticamente el partido y con los cambios tuvo aire fresco y uno de los ingresados, Josué Salvadores, colocó un bombazo inatajable para el 2 a 1. Puerto lo tenía en el bolsillo pero Montenegro no pudo realizar un despeje y, con el equipo sin marca esperando salir, Vivanco no lo perdonó. Pasó un arranque muy difícil con una imagen que por momentos fue aceptable ante dos candidatos.

MIDLAND: Empezó bien. Vivanco era una amenaza para el fondo local y entre lo que primereaba o arrastraba marcas, propiciaba por ejemplo que llegara Cataldi a marcar el 1 a 0. Le faltó pisar el acelerador para encontrar una diferencia mayor y encima soportó el empate. Ese impacto lo sintió. En el segundo tiempo no fue el mismo, más allá de un buen partido de Rodrigo Pepe en el medio. Decayeron algunos niveles individuales, los laterales no pudieron sumarse al ataque y quedó en desventaja faltando poco. La jerarquía de Leguizamón se vio en la muy buena habilitación para el frentazo de Vivanco que hizo que en Campana, precisamente sobre la campana zafe del nocaut.