LA CLAVE: Tigre subestimó al rival poniendo un equipo suplente, en cambio el "Gallego" afrontó el choque como una verdadera final.

TIGRE: Desde el inicio ya estaba ganando con el gol de Badaloni, y cuando se presagiaba una noche tranquila con la llegada de más tantos, se empezó a complicar solo cediéndole el balón al rival. Luego del empate, Martínez puso mucha gente en ofensiva pero sus delanteros titulares se perdieron muchos goles y en los penales se consumó el papelón. Castigo por creerse superior (poniendo un equipo totalmente alternativo) antes de jugar porque, como dice el slogan del certamen, "cualquiera le puede ganar a cualquiera".

CENTRO ESPAÑOL: No arrancó de la mejor manera, pero se fue adaptando al juego mordiendo en todos los sectores, y haciéndole sentir el rigor a unos rivales que no están acostumbrados a dicho ítem. Con el 1 a 1 fue llevando el trámite a su conveniencia y, si bien sufrió bastante en los minutos finales, en los penales sacó chapa pasando por primera vez una instancia de Copa Argentina, que tiene mucho más valor si se tiene en cuenta que tenía unos pocos entrenamientos encima y un rival de la LPF enfrente. Sin dudas, el 8 de febrero se debería declarar como el día del hincha de Centro Español por el paso histórico que dio. Ahora lo espera Defensa y Justicia, otro rival de fuste.