Lejos del papelón, cerca de la hazaña
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Lejos del papelón, cerca de la hazaña

Brown rapidamente quedó 0-2 ante Independiente y se preveía lo peor; pero luchó, descontó e hizo sufrir al "Rojo" hasta el pitazo final. (Foto: Diario Olé)

Por Gabriel Palladino

LA CLAVE: Ese primer rato de Independiente donde la jerarquia de sus jugadores de arriba hicieron la diferencia, pese a que el trámite del partido en general fue parejo.

QUE HICIERON: Brown: Cuando parecía que la rapidez de Fabro y las subidas de sus volantes externos podían generarle un dolor de cabeza a su rival, se encontró con el talento de los jugadores ofensivos del "Diablo" y lo pagó caro. Dos a cero abajo y la sensación de que cada avance del Rojo podía terminar en otro gol. Sin embargo, remó, luchó, generó situaciones, aunque sin ser definidas con la eficacia que el rival exigía. En el segundo tiempo Vico enseguida hizo los tres cambios, descontó promediando la etapa, quedó con un hombre mas, pero le faltó claridad para poner en real aprieto a Rodríguez. Digna actuación de un equipo humilde, con un presupuesto infinitamente menor, pero que sin embargo hizo transpirar y sufrir a un grande de la Argentina.

Independiente: En el golpe a golpe del primer tiempo le mostró la chapa a Brown y le ganó por nocaut. Insua, Pisano, Montenegro, Parra... Demasiado para esta categoría. Pero vale aclarar que colectivamente no fue mucho mas que su rival; ya que en el medio le costó y, si Aparicio hubiera estado mas fino, al descanso podría haberse ido 2-2. En el segundo tiempo Guerreiro no perdonó en la que tuvo, y a partir de allí sufrió, para colmó Tula se hizo expulsar y no le quedó otra que achicar líneas y replegarse. Mostró orden y concentración para afrontar ese delicado tramo final del partido, lo que hizo que no sufriera ninguna jugada de peligro e incluso pudo aumentar de contragolpe.

EL PANTALLAZO: Sin visitantes pero con visitantes. Faltando algo menos de una hora para el comienzo del partido en la tribuna que da a las vias unos pocos hinchas de Independiente empezaron a cantar en medio de hinchas comunes de Brown. Pasaban los minutos y cada vez se sumaban mas, hasta que los hinchas de Brown se retiraron del sector (los hicieron entrar gratis a platea) y esa tribuna terminó llena en un 70 % por hinchas de Independiente, calculamos cerca de 2000 personas. Además, en la platea, otros 200 "Diablos" que, en medio de los hinchas de Brown, ovacionaron cuando por los altoparlantes anunciaron a Montenegro e Insua en la formación, gritaron los goles y hasta cantaron por el "Rojo", aunque mucho menos que los que estaban en la tribuna. En esa platea, a un 75 %, había otras 800 personas, entre las cuales la mayoría eran hinchas de Brown, aunque algunos no gritaron ni los goles de Brown ni los de Independiente (quizás hinchas del Rojo un poco mas discretos). En la lateral, ex visitante, otras 200 personas, divididas en dos sectores, que también gritaron los goles de Independiente; mientras que la tribuna que da a la 9 de Julio se vistió de negro, celeste y rojo para albergar a mas de 3500 hinchas de Brown. El duelo de hinchadas fue tal cual como en los viejos tiempos. El "Vos sos de la B" del lado Tricolor, en la que se vió a un hincha disfrazado de fantasma y la B dibujada, contrastó con los cantitos contra Racing de la banda del Rojo, que incluso le respondió a los locales con: "Y ya lo ve (2) / el que no salta es de Racing y Adrogué". El recibimiento para Brown fue espectacular, con globos salchichas al viento y aliento ensordecedor. En el primer tiempo hubo buen aliento de las dos cabeceras; y por momentos se armaban los ida y vuelta, como cuando los visitantes gritaron "Somos locales otra vez" y los locales respondieron con: "Yo se como vinieron no se cómo se van" y "No se escucha (2) / sos amargo che rojo hijo de p...". En el primer rato del segundo tiempo el aliento mermó un poco en la tribuna local, aunque las trompetas y los bombos nunca dejaron de sonar; hasta que llegó el 1-2 y la gente de Brown empezó a jugar su partido, platea y popular se levantaron con todo para entonar el "Oh nosotros alentamos / ponga huevo que ganamos", ante la preocupación del sector "visitante", que vivió con mucha tensión, y menos aliento, el tramo final del partido, hasta que faltando muy poco y viendo que Brown no comprometía seriamente el triunfo, se levantaron con locura para cantar: "Señores yo soy de Independiente / somos el orgullo nacional / ahora que estamos en las malas / nunca te vamo´ a abandonar...". Llegó el final y las despedidas, ambas muy buenas, los locales con "Oy (8) / es el glorioso tricolor" y los de Independiente se descargaron gritando "Con estos p... no jugamos nunca mas". Pese a que por los altoparlantes habían anunciado que la gente de Brown debía esperar 30 minutos para salir del estadio, finalmente fueron los de Independiente los que tuvieron que esperar para retirarse.