LA CLAVE: La combinación penal a favor y expulsión rival fue vital para que Central Córdoba destrabe el partido. Con la diferencia de uno a cero, ya su victoria no corrió, casi, ningún riesgo.

CENTRAL CÓRDOBA: Parecía un poco más en el arranque y, gracias a esa mano de Canosa en el área, se puso 1 a 0 con la ejecución de Killer. Eso y el hombre de más le dieron la chance de manejar los tiempos, sin mostrar una superioridad abrumadora pero sí con los argumentos suficientes para conservar la diferencia sin inconvenientes. Quedaba ver si lo podía liquidar, y con los desbordes por derecha llegaron goles calcados, centros que encontraron apariciones de Bracco para liquidar la historia. El descuento del visitante no opaca la justicia de un resultado al que ahora Córdoba deberá agregarle ese triunfo de visitante que, por ahora, en la temporada le estuvo ausente, para ratificar esa levantada que viene intentando con Cuffaro Russo.

GENERAL LAMADRID: Evidentemente lo que le ocurrió altera cualquier planificación, pero a eso hay que sumarle que, por más que probó, le faltó el "plan B" para poder entrar de lleno en partido pese a la sensible ventaja que supone jugar 75´ con un hombre menos. Porque si bien se notó que trató de mantener el orden y fue probando Bilbao distintas variables tácticas para seguir en partido, le faltaban situaciones. Prácticamente no llegó nunca y solo dio la cara en ataque cuando ya estaba 0-3, lo que le permitió darle más dignidad al resultado. Tropiezo que, al igual que su vencedor, demuestra también que es una cosa como local y otra cuando sale de Devoto, donde cayó en siete de diez partidos.