LA CLAVE: La diferencia de efectividad en sendos penales que sancionó (y dejando dudas en ambos) Gonzalo Creimerman. Por eso ganó el Rojo, esta vez vestido de blanco.

DEFENSORES DE CAMBACERES: Un poco debió reinventarse para este Clausura con bajas sensibles como Galvani y Rodolfo Fernández. Encima no llegó a tiempo la habilitación de Coronel, que vuelve de Acassuso. Con todo eso a cuestas el local fue ordenado en la segunda parte, después que consiguió la ventaja después de un penal que pareció inexistente de Sarandeses sobre Bravo. Fue en ese segundo tiempo, en que Lamadrid casi no le pudo entrar, que mostró lo mejor. Aunque no haya tenido chances para estirar las cifras. En el final, con otro penal que no pareció tal, quedó a merced del empate, pero Collazo salvó el disparo de Sarandeses y, en especial, el rebote.

GENERAL LAMADRID: Rodrigo Bilbao había anunciado que iba a usar el partido para que tengan minutos aquellos jugadores que fueron relevos en el equipo que obtuvo el título del Apertura. Y si bien Lamadrid hizo las cosas mejor en la primera hora, cuando Arana estaba incisivo por derecha, e incluso contó con una chance muy clara de empatarlo con Cristian Rodríguez al travesaño, en el segundo tiempo se lo notó falto de protagonismo para ir por la igualdad, si bien intentó por los cambios y aún sabiendo que la desventaja era injusta. El mal arbitraje le dio la chance con un penal pero no lo ejecutó bien y arrancó torcido el camino del Clausura, mientras cambia el chip luego del título que ya lo puso en la gran final por el ascenso, en la que espera competidor.