LA CLAVE: El primer cuarto de hora del segundo tiempo, donde Ferro mostró su mejor versión y "madrugó" dos veces a un San Martín que ya no pudo recuperarse.

FERRO: No hizo un partido descollante ni mucho menos, pero aceleró en el momento que debía hacerlo, y con algunas acciones individuales encontró la llave tanto para abrir el partido como para empezar a cerrarlo. En el primer tiempo, poco. Una gran habilitación de Nicolás Gómez para Levato, que desde inmejorable posición, definió cruzado y afuera. Luego, la desfachatez de Retamar, poco aprovechada por sus compañeros. El segundo tiempo fue otra cosa. Pegó de entrada y se llenó de confianza. Pinto se hizo amo y señor de la mitad de la cancha y Murillo, gol incluido, brilló por la banda derecha. Cpn mucho tiempo por jugarse se quedó y casi lo paga caro. San Martín descontó y, cuando parecía que se venía la noche, una mano no cobrada en el área le hizo perder la cabeza a los jugadores visitantes, más precisamente a Klusener que vio la roja. Once contra diez se tranquilizó, se pareció un poco al del inicio del segundo tiempo y en la última le puso la frutilla al resultado.

SAN MARTIN (Tucumán): Tendrá dos miradas de una noche que no querrá recordar. Tan cierto es que no supo leer ni aprovechar los momentos del partido, como que Sebastián Martínez lo privó de dos penales que podrían haber torcido la historia. Desde el vamos quiso imponer condiciones, pero se quedó en las ganas de Cuevas y en la prestancia de Junior Arias para pelear con toda la defensa verdolaga. En ese interín llegó el primer penal no cobrado. Casualidad o causalidad, con el correr de los minutos se fue desmoronando y recién sobre el final del primer tiempo logró recuperar la memoria, cuándo no, con alguna pincelada de Cuevas. Sintió el golpe de los dos goles de Ferro. No obstante, reaccionó a tiempo. El descuento de Moreno llegó producto de esa reacción y no al revés. Con más de un cuarto de hora por jugarse puso al local contra las cuerdas, pero otra vez Martínez hizo de las suyas: mano en el área no cobrada, protesta airada de los jugadores tucumanos, con la diferencia que Klusener se fue encima del árbitro. Roja y golpe de KO para el Santo. Buscó desordenadamente los últimos minutos, con más riesgo de recibir la estocada final que de alcanzar el empate. Y así terminó siendo, 1-3 por errores ajenos (y arbitrales) pero también por los propios.