Platense se ilusiona desde la inteligencia y solidaridad
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Platense se ilusiona desde la inteligencia y solidaridad

El conjunto dirigido por Pedro Damián Monzón derrotó con autoridad a un pobre Estudiantes que no opuso resistencia a un equipo calamar que promete pelear arriba

Por Nico Di Pasqua  (@nicodipasqua)

El campeonato de la B Metropolitana es largo y complicado y es muy arriesgado asignar candidaturas tras la primera fecha del torneo. Sin embargo hay actitudes y rendimientos que marcan los objetivos de un equipo.

El sábado por la noche en Vicente López Platense y Estudiantes mostraron ambiciones distintas. La visita fue a ver qué pasaba y demostró que aún no sabe realmente a que va a jugar. Oscar `Cachín´ Blanco deberá trabajar bastante en el armado de un conjunto que sólo mostró a Serrano y a su arquero Martín Ríos como figuras de importancia en un ámbito de desorden y falta de ideas.

Platense, en cambio, fue ambicioso y ya en la misma apertura del torneo encontró los caminos a seguir con el objetivo de pelear en posiciones de privilegio en este torneo.

El equipo de Monzón fue ambicioso en su esquema, solidario en la recuperación e inteligente para buscar los caminos hacia el arco rival para transformar las intenciones en situaciones de gol.

Platense es ofensivo desde abajo hacia arriba. Los mismos defensores, que garantizan a capa y espada una importante solidez defensiva, participan reiteradamente en el ataque, tanto en movimiento como en el gol de su primer marcador central y capitán Gonzalo Peralta tras el centro de Talín, el lateral izquierdo que reemplazó al lesionado Mattiuzzo en la primera parte, como en las pelotas paradas donde tanto Paredes como Rezzonico se cansaron de ganar en el juego aéreo en el área rival obligando a Ríos a varias intervenciones salvadoras.

El mediocampo no sólo maneja con corrección los tiempos del partido de la mano del tucumano Héctor López, merecidamente aplaudido por la parcialidad `calamar´, sino que tiene dinámica en Rodríguez por la derecha, orden en los relevos de Páez y creatividad, velocidad y buena pegada en el intermitente pero talentoso Pablo Ruiz.

Fuera del juego ofensivo, el mediocampo es muy solidario en la presión alta y también cuando hay que regresar y pasar la línea de la pelota. Prácticamente siempre, cada jugador de Estudiantes que recibía la pelota tenía dos o tres rivales en la marca y, salvo excepciones como la de Serrano, no aparecían ideas para superar el cerrojo defensivo presentado por Platense.

Arriba, Matos y Vega son dos delanteros de lujo para la categoría. Vivos, fuertes y luchadores, ambos dan una mano en el juego defensivo presionando la salida rival y también regresan con asiduidad hasta su propio campo cuando es necesario. De hecho, la expulsión de Montero ocurre tras una falta a Vega en la mitad del campo de Platense cuando el delantero retrocedió a colaborar en la recuperación en la recuperación.

Cuando atacan son dos tanques y tienen gran juego aéreo, sobre todo Matos, tanto de frente como de espaldas al arco, pero además tienen movilidad y se pueden asociar al juego a ras del piso que viene desde atrás con López, Rodríguez y Ruíz para hilvanar jugadas de tres o cuatro toques con mucha precisión.

Para terminar, el arco está custodiado por la experiencia y el oficio de un Claudio Flores que respondió correctamente cuando fue llamado a intervenir por Yassogna y Serrano en la primera mitad y por el mismo ex mediocampista de Nueva Chicago con un par de remates lejano en el complemento.

La imagen inicial de Platense es la de un equipo que está para dar pelea por ambición, por actitud y por orden táctico.

El campeonato es largo y no alcanza con las ilusiones del inicio. El desafío es mantener el nivel inicial a lo largo del torneo para llegar al final con aspiraciones serias de alcanzar el objetivo. El material está y las ganas sobran.