Cuando iba media hora del complemento, comenzaron los problemas en La Matanza. La Barra Monstruo empezó a zamarrear el alambrado, por eso un grupo de policías tuvo que hacer una custodia visual. Pero desde la cabecera hubo una conducta similar. Varios inadaptados sacaron las banderas y rompieron el tejido. El primero pisó el área, dispuesto a golpear por detrás a Mauro Dobler, que se dio cuenta a tiempo y salió corriendo, mientras el individuo lo invitaba a pelearse. Otro más se sumó a la invasión y la Policía salió al cruce inmediatamente, provocando la huida hasta la tribuna. Enseguida, 20 efectivos custodiaron la zona. El árbitro Pablo Díaz solicitó garantías y a los 42' de la segunda etapa dio el OK para la continuidad. Los insultos siguieron partiendo desde diversos sectores y la despedida fue con una ola de reproches. Sin embargo, algunos integrantes de La Banda Monstruo no se quedaron conformes con la parte verbal, entonces les arrojaron proyectiles a los jugadores e incluso rompieron el alambrado. Entraron al campo de juego y utilizaron cascotes para tirarle a la Policía, que respondió con balas de goma desde el círculo central. Los enfrentamientos no cesaron, debido a que otro grupo de fanáticos reforzó el ataque. La batalla tuvo el episodio más violento en la calle José Mármol y sus inmediaciones. Allí, hasta hubo disparos con armas de fuego. Además, hubo ocho detenidos en Portugal y Ruta 3, donde se encuentra el arco con la leyenda “Bienvenidos a Isidro Casanova”. Aunque esta vez no fue una bienvenida...