La historia de Barracas Central arranca en el primer lustro del siglo pasado, en tiempos de génesis en nuestro fútbol.

Un joven de familia genovesa, admirador del descollante Alumni multicampeón de aquellos años, llamado Silvero Ángel Gardella y conocido entre sus allegados y amigos como ‘saquito’ quería fundar un club donde  practicar sus destrezas futbolísticas junto a sus amigos para tratar de imitar las hazañas deportivas de aquel equipo rojo y blanco que despertaba su pasión.

En su propia casa se llevaron a cabo las reuniones de amigos que terminaron, el 5 de abril de 1904, con la fundación de Barracas Central del Sud, con sede en la cocina del propio hogar de ‘saquito’  y campo de juego  en un terreno de Miguel, el padre de Ángel, que se ubicaba en Luzuriaga entre Suárez y Mirave, a una cuadra de donde hoy se asienta el Instituto Malbrán y a la vuelta de la histórica vivienda de Suárez 2745 donde vivían los Gardella.

Los colores de aquel legendario Alumni quedaron plasmados para siempre en el nuevo club y con esa camiseta roja y blanca, Gardella jugó de centrodelantero hasta el día previo a su fallecimiento en diciembre de 1929 debido a una seria enfermedad que lo aquejaba.

Barracas Central, como se lo denominó a partir de 1913, tuvo importante participación en la etapa  amateur de nuestro fútbol e incluso llegó a jugar en Primera División durante la década del 20.

Al ingresar en Asociación del Fútbol Argentino, Barracas Central participa en Segunda División y luego alterna entre esta divisional y la tercera categoría desde su primer descenso, en 1941 hasta 1949 cuando desciende nuevamente, ésta vez por decisión de la entidad regente del futbol argentino que determino el descenso de algunos equipos a la tercera categoría en una de las tantas reestructuraciones que sufrió nuestro fútbol.

Carísimo le costó aquel descenso administrativo al conjunto barraqueño. No solo debió jugar durante dos décadas en la Tercera División sino  que,  además, en 1971, volvió  a perder la categoría en 1971 y no logró regresar a Primera B, ya tercera categoría y no segunda como cuando la dejó, hasta la campaña 2010-11 luego del ascenso conseguido de la mano de Juan Carlos Kopriva en un emotivo final que termino con el ‘camionero’ consagrándose campeón en un desempate en cancha de Atlanta ante Excusionistas, luego de que ambos habían igualado sin goles en el estadio Claudio ‘Chiqui’ Tapia en la jornada final del certamen haciendo necesaria la definición en campo neutral.

Aquella final se definió con un gol de quien fuera goleador del torneo, Carlos Salóm en tiempo agregado dando rienda suelta al festejo de un equipo que le había descontado varios puntos al conjunto de Bajo Belgrano para alcanzar aquella recordada y emotiva final que le dio el ascenso que la promoción le había negado dos temporadas antes en el duelo ante San Telmo definido por la ventaja deportiva que protegía al equipo proveniente de la categoría superior.

Desde aquel ascenso hasta la actualidad, donde se ubica en la parte baja de la tabla aunque aún mantiene bastante aire respecto a la zona de descenso, tanto para esta temporada como para el inicio de la próxima, Barracas mantiene su lugar en la Primera B Metropolitana.

Aquel sueño de ‘saquito’ Gardella se perpetuó en el tiempo y hoy cumple 110 años de vida mientras va dando muestras de crecimiento institucional y ya no es sólo el club de fútbol de su etapa fundacional sino una entidad multidisciplinaria.

Feliz cumpleaños Barracas Central!!!!