Pertenencia, orgullo y pasión
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Pertenencia, orgullo y pasión

Nueva Chicago cumple 103 años de vida justo con la alegría de un ascenso memorable y la esperanza de todo un barrio por escalar un nuevo peldaño que lo deposite en Primera División tras el torneo de transición del semestre en curso

Por Nicolás Di Pasqua

La historia de Nueva Chicago se puede resumir en tres palabras: Pertenencia, Orgullo y Pasión. Tres palabras que definen la vida de un club que representa fielmente la idiosincrasia de un barrio que fue bautizado con el propio nombre del club por su parecido a la ciudad estadounidense de Chicago desde aquellos frigoríficos y el mercado de hacienda instalado en la última década del siglo XIX que rememoraban a aquel lejano y famoso espacio norteamericano.

La pertenencia de un  club que tomó el apodo de su barrio como nombre propio  y lo trasladó al amor de todos sus habitantes que excede al cariño paralelo por otras camisetas y que mantiene en vilo a un pueblo que sabe que “hoy juega Mataderos”.

El orgullo de aquellos simpatizante que llevan el verde y negro a todos lados dentro y fuera del fútbol como un documento fiel de un cariño interminable al lugar donde viven que está representado en la cadenita, en la pulsera, en la camiseta debajo del overol, en la cortina del negocio o en la bandera que decora la propia morada. Mataderos vive en Nueva Chicago, en ese ‘torito’ indomable y orgulloso que todo lo pelea hasta el último instante.

La pasión que sabe de sufrimientos, para las buenas y para las malas, que conoce del esfuerzo en la cancha y de milagros inesperados que significaron triunfos histórico pero que, ante todo, sabe que el aliento constante es la clave para que los colores del barrio brillen en cualquier estadio, en cualquier fábrica, en cualquier calle.

Hoy Nueva Chicago cumple 103 años, Mataderos festeja como festejó el título de un ‘Barcelona propio’ que de la mano de Pablo Guede dio la vuelta que la gente esperaba. La esperanza de conseguir uno de esos diez ascensos que depositarán a quienes los obtengan en Primera División hace latir a un pueblo. Como en 1981, como en 2001, como 2006, la hazaña de volver a codearse con la historia es posible y Nueva Chicago sabe de milagros.

Feliz  cumpleaños Mataderos, Feliz cumpleaños Nueva Chicago!