No cabía un alfiler en el José Fierro, la gente copó las tribunas sabiendo que iba a ser la última presentación del Decano y con posibilidades de ascenso. Tras haber tenido fecha libre, los hinchas organizaron un recibimiento planeado con mucha antelación, fue así que recibieron a su equipo con globos, lluvia de papelitos, rollos, bengalas de humo y el clásico banderón con la leyenda “La Inimitable”. La gente comenzó a llegar al estadio desde las 14 hs (se jugaba a las 18) y una vez iniciado el duelo vivió dos partidos, al menos hasta el primer tiempo; porque Huracán despachó rápidamente a su rival y la mayoría de las radios terminaron apagándose antes de la media hora de juego. El buen clima de la previa se empañó con el gol de la visita y el pésimo juego de los locales. La gente comenzó a reclamar sacrificio y a pedirle actitud a sus jugadores. El clima de tensión se descomprimió un poco luego del empate, pero no desapareció del todo hasta que el Decano se puso en ventaja. En la platea se pudo ver que un par de socios terminaron a piñas una discusión que había llevado ya un buen rato.

Luego del gol de Díaz, la gente volvió en sí y con la calma se reanudó la fiesta en las tribunas. La goleada puso de buen humor a muchos hinchas que… ¡hasta aplaudieron a Grahl! Cosa que no había pasado en casi todo el torneo. Sobre el final hubo ovasión para el Pulga Rodriguez que había marcado un gol de otra categoría y despidieron al equipo con bombas de estruendo y fuegos artificiales bajo los cantos de “El Deca va a volver”, “El Deca es de Primera y tiene que volver” y “Al Globo lo c…”. También hubo dedicatoria para el clásico rival.