LA CLAVE: Saber sacar provecho de las falencias rivales y mantener un orden fijo en todas las líneas. Esa fue la propuesta eficaz de Luján que, si bien lo hizo sufrir más de la cuenta, sirvió para llevarse los tres puntos.

QUE HICIERON

ARGENTINO DE QUILES: La fragilidad defensiva sigue siendo uno de sus mayores déficits, junto con la ya reiteradísima falta de definición en los metros finales. El medio quita, crea y juega (y más cuando entra en acción Borda), pero abajo cada vez que le llegan lo lastiman y arriba se muestra por demás errático y, por momentos, previsible. Dos desatenciones en la marca lo hicieron reaccionar (golazo de Borda mediante), pero aunque intentó una y otra vez no tuvo claridad en sus aproximaciones. Deberá corregir rápidamente esos errores fundamentales, ya que le hacen perder puntos vitales en partidos que por ahí merece algo más. 
LUJÁN: Inteligente para cubrir los espacios y deteriorar el juego colectivo local, tuvo en Giaccaglia y Trotta los desbordes constantes vía carril derecho en pos de gravitar. Gorosito aportó jerarquía con sus pases en profundidad y Federico Díaz supo explotar de forma oportunista las fallas del fondo rival. Tras la ventaja, si bien mantuvo el equilibrio se retrasó unos metros y aunque pudo sacar provecho de un balón detenido y aumentar la cuenta, terminó pidiendo la hora. De todas formas, evidenció una vez más que tiene material como para olvidarse del promedio y apostar las fichas a un objetivo más enriquecedor.

EL PANTALLAZO