TRISTÁN SUÁREZ: Mantuvo la actitud ofensiva que ya tenía con Pedro Monzón. En los diez primeros minutos tuvo varias situaciones, dos de Diz (un gol anulado y un remate en el palo) y dos clarísimas de Akerman, con salvada magistral de Álvarez. Esos avances fueron generados por Saldoval, muy metido en el partido sobre la izquierda, acompañado por las subidas permanentes de Azil por derecha. Justamente, una de las subidas del rubio fue lo que provocó la apertura del marcador: centro raso, anticipo del '9' y a cobrar. Después del gol, siguió con el mismo juego: salida rápida con Sandoval buscando rápidamente el área. El ingreso de Farías 

sirvió para distender la presión de Morón, que ayudó en recuperar la pelota y apuntó siempre al arco de enfrente. Cuando Morón lo arrinconó, entró Becica para tener la pelota

DEPORTIVO MORÓN: Ordenado. Cuatro en el fondo firmes, tres en el medio con Rodrigo Díaz desprendiéndose para tener más libertad en el armado y dos puntas fijos. Broggi tuvo más acción frenando a los delanteros de Suárez y colaborando en la salida por izquierda. Fue muy tibio en los últimos metros con definiciones displicentes. Gerardo Martínez tuvo tal vez la más clara del primer tiempo vía tiro libre a la izquierda del área que rozó el palo derecho de Tauber. En ataque, descuidó las posiciones de defensa y siempre quedó mal parado. Si no fuera por Álvarez, Morón hubiera sentido aún más la derrota. Matías Pardo fue la receta para emparejar el partido: el juvenil metió, jugó y presionó por su banda y emparejó la acciones pero nadie lo ayudó en la definición. Tuvo a los 27 del ST una cuádruple chance clarísima: entre rebotes sin poder definir prácticamente dentro del área chica, Broggi la terminó colgando en las nubes. A partir de ese momento, inclinó la cancha. Con Turienzo sumando gente y altura en el área rival, hubo un punto de referencia claro. Los cambios fueron ofensivos y Otta puso toda la carne al asador pero falló en la creación y no hubo un peligro constante.