LA CLAVE: El ingreso de Maximiliano Brito en el segundo tiempo, que le dio más profundidad al ataque del Gallo.

Deportivo Morón: Tras un primer tramo donde estuvo bastante apretado permitiéndole al rival que lo llene de centros (e, incluso, con Salvá salvando estupendamente su valla en el debut del ex Acassuso), salió airoso de esos momentos de zozobra para equilibrar las acciones una vez que el mediocampo tomó cartas en el asunto. Ya en el segundo tiempo, con otra predisposición y postura, tuvo en vilo a los de Boedo, con dos chances generadas por Nico Ramírez primero y por Lillo luego y, cuando ingresó Brito, fue aún más incisivo ya que el ex Chicago también contó con las suyas, construyendo una interesante sociedad con Rossi que no estuvo tan aislado como en el primer tiempo. Interesante planteo del equipo de Otta que se plantó muy bien en el fondo y que, cuando pudo, dio la estocada a 5´ del final. Triunfazo histórico, con el plus de haber llegado a este partido con nula competencia y sin actividad reciente (regresó de su pretemporada en la costa casi ¨a las apuradas¨) para seguir con la fiesta del Gallo, que en su año y a tan poco tiempo de su reciente vuelta al Nacional B, parece no tener fin.