Por Fernando Prieto (@ferprietoeof)

Ya se hizo una costumbre. Y de muy mal gusto. Defensores Unidos y Midlad no pudieron jugar su partido, debido a la falta de un médico en el estadio de Alem. Otra vez el hincha, pegado a la radio o a alguna página de Internet -porque ni ir a la cancha puede-, se quedó con las ganas de fútbol. De disfrutar una victoria o sufrir una derrota. Y los jugadores, los verdaderos protagonistas de todo esto, con las ganas de jugar.

Mientras se habla de profesionalizar la C -o al menos de blanquear a los clubes que le pagan fortunas a sus jugadores-, la organización del torneo tiene más falencias que un campeonato de Fútbol 5 entre equipos formados por grupos de amigos. Porque no sólo se suspenden los partidos, como en este caso, sino que muchos empiezan más tarde, como pasó esta misma tarde con JJ Urquiza y San Telmo.

Se trata de un efecto dominó. Si los hinchas no hubieran causado incidentes, CADU no hubiera tenido que salir de su estadio. Si no hubiera sufrido la suspensión de su cancha, podría haber jugado un día no laborable, como habitualmente lo hace cada vez que se presenta en Villa Fox. Si hubiera  jugado un sábado o domingo se le hubiera simplificado conseguir un facultativo, dado que los días de semana es mucho más engorroso. Si  hubiera jugado en Zárate, aunque sea un martes a la tarde como hoy,  seguramente podría haber buscado un médico de la zona, dado que en General Rodríguez los mismos estaban de paro.

Así está el fútbol del Ascenso hoy. Alguna vez dijimos que primero iban a sacar a los visitantes, luego iban a seguir los locales y por último directamente los partidos no se iban a jugar, definiéndose todo por un simple sorteo. Con las dos primeras, no nos equivocamos. Pero tememos seriamente acertar también con la tercera.